Top Ten Tuesday (3): Amoríos literarios que me gustaron

Top Ten Tuesday: sección original de The broke and the Bookish y traída a España por Anna Gallagher. Todos los martes, el blog creador propone un tema y los participantes deberán hacer su propia lista de diez elementos contestando a la pregunta. 

¡Hola, mis queridas salamandras! Hoy en Top Ten Tuesday os voy a traer un tema muy bonito: l'amour. Nunca le digo que no a un libro romántico y el día en que lo haga será el día en que se me caerán las pestañas de la vergüenza. Es verdad que no he leído demasiada romántica adulta, pero sí que han caído en mis manos romances bonitos y dignos de mención en esta entrada. Así que como se aproxima San Valentín (cofcofy mi cumplecofcof), y ese día querréis leer algo mono... ¡allá va el tema de hoy!

AMORES LITERARIOS QUE ME GUSTAN

(o que me han hecho llorar, pasarlo mal y suspirar a tiempo completo)

Va a haber spoilers a mansalva de los libros y parejas que cite.

1. La dama de blanco, de Wilkie Collins: ¡oh, señor Collins! Debo decirle que me ha enamorado con su bellísima pluma, pero no solo eso, sino que la adoración que el valiente Hartright muestra por Laura consiguió hacer que mis sentimientos llorasen. Ahora en serio: recién terminada esta novela, puedo decir que hacía tiempo que un escritor no jugaba de manera tan vil con mis feelings. *se va a llorar*.

2. Orgullo y prejuicio, de Jane Austen: estaba entre meter en la lista a mr. Darcy y a Lizzie o a Catherine Morland y a su señor Tilney (La abadía de Northanger),  pero al final la que fue mi primera lectura austeniana ganó el puesto. El rifirrafe que desemboca en boda de estos dos personajes es la perfección pura, en mayúsculas, y enamora desde la primera conversación.

3. Harry Potter, de J. K. Rowling: yo era de esas que shippeaba a Ron y a Hermione desde el principio, así que os imaginaréis cómo me puse de feliz cuando se casaron, tuvieron hijitos y fueron felices para siempre jamás. No lloré porque no soy excesivamente sensible, que si no... (mentira. Boh.)

4. Anna and the french kiss, de Stephanie Perkins: en serio, Étienne y Anna. Cuando terminé este libro me puse a buscar por los rincones de casa a ver si encontraba algún mozo francés/americano/británico que hiciera las veces de St. Clair, pero no hubo manera. A día de hoy sigo esperando que un romance como este se repita en algún otro libro.

5. Cumbres borrascosas, de Charlotte Brönte: si os soy sincera, no recuerdo muy bien cómo se llaman los personajes de este libro, ni tampoco qué pasaba... pero aun así, me parece recordar que la relación era tan tormentosa y rompedora que si llego a leerlo ahora no sobreviviría (igual yo sí, pero, ¿es que nadie piensa en mis feelings?).

6. Delirium, de Lauren Oliver: ¿Delirium o Pandemonium? ¿Pandy o el primer libro de la trilogía? Por más que Julian me parezca un amor, Alex y Lena tenían algo entre ellos, algo especial, que consigue que la relación del segundo no parezca nada chachi. Creo que cuando lo leí pensé algo así como "me voy a suicidar, nada merece la pena después de terminar así un libro".

7. Cualquier libro de Cecelia Ahern: ¡lo siento! He leído Pd: te quiero, Recuerdos prestados y Donde termina el arcoíris y no soy capaz de elegir un libro por encima de otro... y menos una relación sobre otra. Cecelia me traslada siempre a un lugar dulce en el cual una pareja se descubre o se redescubre, a un lugar que siempre es sorprendente y bonito. No me hagáis escoger. NO.

8. Contra el viento del norte, de Daniel Glattauer: Emmi y Leo eran adorables y todos lo sabemos. De toda la lista que os estoy haciendo hoy es, posiblemente, la relación más realista (y actual) que vais a encontraros. Este enamoriscamiento epistolar comienza siendo gracioso, se vuelve trágico y acaba haciendo que el lector llore y se lleve las manos a la cabeza.

9. Faery, de Érika Gael: este fue el primer libro de romántica adulta que leí, y la verdad es que me gustó mucho por la relación de los personajes. Cada uno por su lado era la leche, y cuando se juntaban se convertían en una verdadera locura. Es posible que si lo leyera ahora no me gustara tanto, pero de aquella...

10. Rubí, Zafiro y Esmeralda, de Kerstin Gier: vale, quizás este no debería estar en la lista, pero teniendo en cuenta que Gwen y sobre todo Giden me trajeron de cabeza durante tres libros enteros... ¿por qué no? Que sí, que Gwen es pelín arrastrá, que Gideon es un zoquete... pero al final todo es bonito y a mí me sentó muy bien, ¡para qué vamos a engañarnos!

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Hasta aquí esta entrada. Habréis notado que no abunda la literatura juvenil. Yo creo que es porque aunque lea bastante de esta, suelen estar mejor construidos los personajes y sus relaciones en novelas de corte más adulto. Esto es una pena, pero es lo que hay. En fin, me pasaré por vuestras listas a ver qué me contáis (nunca está de más apuntarse libros). Os recomiendo que leáis la de Sileny de hoy, que no va de amor, pero puede enseñaros una cosa: LEED EL CORSARIO NEGRO. Eso os puede enseñar. Pero con amor.