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4 ♥ en Goodreads
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La muerte, Gabriel, la muerte es lo que deseo. Pero yo quiero una muerte… no sé cómo explicártelo. Mi desesperación es tan grande, que morir de un balazo, morir de una estocada no me satisface. Quiero estallar y difundirme por los espacioes en mil inflamadas partículas; quiero sentirme en el seno de una nube flamígera y que mi espíritu saboree, aunque sólo sea por un instante de inconmensurable pequeñez, las delicias de ver reducida a polvo de fuego la carne miserable.
MÁS DEL AUTOR EN EL BLOG:
-Episodios Nacionales: 1. Trafalgar 2. La corte de Carlos IV 3. El 19 de marzo y el 2 de mayo 4. Bailén 5. Napoleón en Chamartín
Las tradiciones, al menos aquellas que no implican desprecio a otros o
asesinato de algún animal, que aquí en este blog nos dan una pereza terrible,
son maravillosas, y desde hace cosa de un año ya es tradición en Gecko Books
leer de manera periódica un Episodio Nacional gracias a la iniciativa de Mónica (leed Cuéntame una noctalia, ¡que parafrasea a Nabokov en una página!)
e Isi. Ya vamos por el sexto, nos acercamos al final de la primera serie (os
permito comenzar ya con la etapa de negación) y vamos precipitándonos lenta e
inexorablemente en el declive del ejército español en la Guerra de
Independencia contra los franceses. Así, en Zaragoza nos encontramos con el
Episodio más centrado hasta el momento en la lucha, y en el único que no deja
satisfecho en cuanto a risas, porque quién reiría viendo la situación general
en la que se encuentran nuestros personajes, y el país en general en el asedio
de la ciudad aragonesa. Es lo primero que notamos: el cambio de tono de
Gabrielillo, que pasa de hacer guasa con todo y con todos a darse cuenta de que
eh, esto de sobrevivir es más difícil de lo que pensaba. También que su
historia personal queda de lado para centrarse don Benito en la de dos nuevos
personajes (que vienen siendo como los amantes de Teruel, tonta ella y peor,
mucho peor, él), y aunque he echado mucho de menos a Inés en esta entrega, he
de reconocer que el cambio me ha resultado excelente, posicionándose Zaragoza
como mi segundo episodio favorito. Una frase para resumir reseña, libro y
sentimiento general posterior: de tan patriotas, imbéciles.
Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo abrirase vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.
¿De qué habla? Del asedio de Zaragoza. ¿Cómo? Como siempre, alternando
una historia de personajes –en este caso de (des)amor ajeno– con, por un lado,
datos reales y fidedignos de la historia de España y luego, por el otro,
narración de la batalla, o batallas que conformaron esta lucha. Impresionante
ver gracias a don Benito cómo los zaragozanos y zaragozanas (ya sabéis que esta
serie destaca por no dejar de lado la actuación de las mujeres en la lucha, y
ya sabéis también que yo encantada de ello) defendían con uñas y dientes cada
tramo de calle de la ciudad aragonesa contra los malditos franceses. Salga bien
o mal –en este caso no tenéis más que consultar la wikipedia para comprobar qué
tal se dio el asunto–, por luchar que no quede. Como siempre os recomiendo leer
la serie, si A) os gusta ya no la ficción histórica sino la historia en sí, y
estáis hartos de no acordaros de qué pasó en la Guerra de Independencia; B)
sois de esos que habéis leído mucho clásico extranjero pero que os perdéis en
la literatura patria total y absolutamente pensando que es tediosa, larga y
difícil de leer –no todo es el Quijote, y bueno, no es el Quijote tampoco tan
complicado como nos lo pintan–. Los Episodios son novelas ligeritas, legibles,
sin ninguna dificultad y que regalan horas y horas de diversión. Y C) os
apetece pasar un rato entretenido con la cantidad justa de drama y comedia. Que
sí, parece que esté vendiendo un televisor, pero llegados a este punto, los que
hayáis leído estas letras –pocos, seguro, que si no habéis leído el 1º es
tontuna– ya estáis acostumbrados a estas cosas.
ay que benito tiene estas novelas y yo quiero leerlas
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe "obligaron" a leerlo durante mis años de instituto y me alegro muchísimo de que lo hicieran. Con los pelos de punta acabé. Qué bien escrito está, madre mía. Me alegro mucho de que también te haya gustado.
¡Nos leemos!
¡Muy buenas razones las que das al final de tu reseña! Creo que con ellas puedes haber convencido a algún lector desorientado que tema acercarse a los "Episodios Nacionales" de Galdós. Como bien dices, el punto de humor casi desaparece en esta novela para dar paso al campo de batalla en su cara más cruel. La maestría de don Benito para transmitir emociones es único, y en "Zaragoza" lo consigue con creces. A ver qué nos tiene preparado para "Gerona". ¡Nos veremos allí! Un abrazo.
ResponderEliminarA mí no me tienes que convencer pero con estas poderosas razones lo habrías hecho, sin duda.
ResponderEliminarSaludos,