Si el otro día os traía
las mejores lecturas del año, no podía dejar pasar este fin de
semana sin haceros partícipes de cuáles han sido esos libros que
preferiría olvidar. Han sido pocas las novelas que no he disfrutado
ni un poco: prueba de ello es que a la hora de elegir los miembros de
la lista, dos novelas en su momento puntuadas con dos estrellas en
Goodreads se han quedado fuera (a saber, La mujer de negro -mala,
pero entretenida a más no poder- y Fifty shades of Alice in
Wonderland -que desde luego no podía incluir en una lista con libros
de verdad-). Pero las que no he disfrutado, las he nodisfrutado
de lo lindo.
Afilad cuchillos,
queridos. Aquí hay tomate.
10. Elusive dawn, de
Gabriele Wills. ¿Merece la señora Wills, autora de uno de los
libros a los que más cariño le tengo, estar en una lista como esta?
Aún estoy a tiempo de suprimir este párrafo como si nunca hubiese
existido. Lo cierto es que pese a que sigue siendo una delicia leer a
esta autora, considero que la repetición de eso que surtió en el
primer tomo de la trilogía no vale ya, y que esa estructura de drama
seguido de situación feliz y así sucesivamente se me antoja
trillada y repetitiva. Sigo recomendando encarecidamente la lectura
de The summer before the storm, tranquilos... y sigo recomendando encarecidamente
que se pare justo ahí.
9. La era del diamante,
de Neal Stephenson. Decía Bella Swan en Crepúsculo (primeras
páginas) que se le daba bien olvidar las cosas “dolorosas e
innecesarias”, como ir de pesca con cierto anciano del pueblo.
Parece ser que también es mi caso, puesto que mi cabeza se niega a
recordar muchos de los aspectos que conforman este libro.
Tremendamente aburrido, un estupendo remedio para el insomnio en una
edición que daba pena verla. Así descubrí que no me gustan el
ciberpunk. Sea lo que sea eso.
8. El temor de un hombre
sabio, de Patrick Rothfuss. Vaya por delante que sé que a muchas
personas esta saga les vuelve locos, lo sé, que sí, que es
maravilloso, ¡que dejéis los ladrillos, leches! Sin embargo, un
libro al que le sobran más de seiscientas páginas no es, desde
luego, el tipo de libro que yo considero como bueno, y si bien toda
la novela se lee sola por esa fluidez que tiene la prosa de Rothfuss,
acabé bastante harta del mamarracho pedante en el que acabó
convertido el en principio interesante Kvothe. De él y de toda su
historia.
7. American Gods, de Neil
Gaiman. Neil Gaiman y yo tenemos historia. No me disgusta, Coraline es uno
de mis libros favoritos y Stardust me parece interesante y El libro del cementerio ni fu ni fa. Esto se vio confirmado
por esta terrible novela en la que, nuevamente, mi enemigo fue el
tedio: era imposible abrirla sin sentirme abrumada por los bostezos.
Enorme decepción cuyo único aliciente de lectura era el imaginario
de dioses que aparecía. Destacar que leí una edición de Norma que
es penosa, así que puede ser que tenga algo que ver al menos con la
dificultad de lectura. Reseña.
6. Riversong, de Tess
Thompson. Riversong no es un mal libro. Tampoco es un buen libro. Ni
siquiera es un libro regulero. Es, simplemente, uno de los libros más
anodinos que he leído en toda mi vida. Cualquier película que echen
en antena 3 un domingo por la tarde tiene la misma trama, solo que
sin ese momento de “hay un oso en mi cocina, ¡es una señal de
Dios para que no aborte!”. Lo que tenías que haber abortado era la
misión. La de escribir un libro. Reseña.
5. Fantasmas, de Joe
Hill. Iba a intentar no mencionar que este buen hombre es el hijo de
Stephen King, pero creo que no se puede eludir esa cuestión. En fin,
tiene relatos que son buenos, tres o cuatro relatos que son
terriblemente buenos y algunos muy malos, pero la sensación que me
dejó fue de total y absoluta amargura. No lo recuerdo como una mala
lectura pero sí que quería meter un libro de relatos en esta lista,
así que estaba claro que tenía que ser este. Reseña.
4. Pulsaciones, de Javier
Ruescas y Francesc Miralles. Esta novela, contada en mensajes de
whatsapp, escrita por los dos autores de literatura juvenil españoles
que mueven tanto como BJ pero que me gusta(ba)n bastante más,
llenita de frases para poner en el estado del tuenti, que se lee en
menos de una hora, que tiene una portada muy fea o muy bonita. Esta
novela, que es tan innecesaria como la número 5 del ranking. No sé,
chicos, esta ¿novela? Reseña.
3. The iron daughter, de
Julie Kagawa. No sé cómo pude aguantar hasta la segunda novela de
una saga de literatura juvenil tal y como son mis lecturas en estos
últimos tiempos, pero sucedió. Y tras una primera parte
entretenida, correcta y con ciertos puntos originales, llegó la ola.
Con ella los personajes insoportables, el ritmo ágil, la narración
torpe y la historia repetida hasta la saciedad donde la protagonista
se debate entre su obligación de salvar el mundo y su devoción por
ese chico que le mira o bien con ojos de cordero degollado o bien con
la dureza del frío acero. En fin. Reseña.
2. Declara, de Tim
Powers. Tim Powers es un tío que me cae fetén. Las puertas de
Anubis es un libro complicado de leer, denso, pero que me gustó
mucho en su momento y que pretendo releer en algún momento. Pero por
lo que parece, o bien Declara es un soberano aburrimiento dificultoso
lleno de siglas o bien las novelas de espionaje llenas de siglas no
son lo mío. Estuve un par de meses atascada en la página 100 hasta
que decidí abandonarlo, de momento nadie me paga por leer y hay mil
cosas interesantes como para estancarse en esas que no son de nuestro
agrado.
1. Infinite, de May R
Ayamonte. Estaba claro que esto iba a ser el que tuviese el dudoso
honor de ser la peor lectura de este año. No soy ni he sido nunca
partidaria de leer autores jovencísimos o blogueros, así que cuando
ambos factores se juntaron debí haber huido. Pero yo qué sé, tuve
un momento de enajenación mental transitoria y lo leí. Lo cierto es
que es una novela entretenida que al carecer de dificultad alguna se
lee en un santiamén, así que no me dolió mucho tiempo. Por lo
demás, llena de tópicos, nada que aportar a la literatura juvenil,
la misma historia de siempre con otro nombre. Reseña.
Hala, con dios. ¡Y feliz
año nuevo si no me paso por aquí hasta enero!
Buf no coincidimos para nada con el temor de un hombre sabio. Para mi una de las mejores lecturas de este año. El resto no los he leído!
ResponderEliminarSaludos!
Buf no coincidimos para nada con el temor de un hombre sabio. Para mi una de las mejores lecturas de este año. El resto no los he leído!
ResponderEliminarSaludos!
Hola, a mí me pasa lo mismo con Infinite, por esas dos razones no me apetece leer nada ese libro. Con tantos libros por leer, no le voy a dar prioridad a éste. Seguramente si lo lea, aparecería en una lista como la tuya. :P
ResponderEliminarBesos!
Pues a ver xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD De los que mencionas solo tengo leido uno que es El temor, y bueno es verdad que no cuenta nada para lo que yo esperaba y lo de Felurian NO LO PERDONO. Para eso tenemos el grupo de fb para acordarnos de lo que histeriqueamos en su momento.
ResponderEliminarIgual me gustaria probar a Joe Hill (le tengo fé xD) y lo otro es que tengo dos libros de ruescas en casa y una pereza infinita
No he leído ninguno de los que pones, pero si que tengo ahí esperándome a leer El temor de un hombre sabio que me lo regalaron por navidades y voy con miedo XD pero bueno, a mi el primero me gusto mucho, que no es para tirar cohetes, pero esta bien.Asi que esperemos que el segundo no me pase como a ti.
ResponderEliminarInfinite y Pulsaciones son esos a los que no me acerco ni con un palo XDDD
un beso
Para mi el temor es uno de los mejores que he leído
ResponderEliminarEn cuanto a Infinite, he escuchado opiniones muy dispares así que lo dejo pasar
un beso
¡Hola, guapa!
ResponderEliminarSolo leí Infinite, y me gustó, aunque no es para echarle cohetes al libro. De los otros nombrados, quiero leer El temor de un hombre sabio y The iron daughter.
Neil Gaiman, no me termina de convencer... he leído solo una historia suya, pero me resultó predecible, aunque sí entretenida.
Un beso <3
Hola! Tengo curiosidad por leer Pulsaciones, a ver si me gusta un poco más que a ti ;) Un beso!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminar¿El sonido que se oye...? nah, es solo el afilador de cuchillos, que pasaba por aquí... xD. Ahora en serio, entiendo tus razonamientos sobre El temor de un hombre sabio, aunque a mi sí me gustó muchísimo y creo que ciertas cosas tienen relevancia, hay algunos trozos del libro que me parecieron algo relleno (sobretodo la parte de la corte y la persecución de después). Pero bueno, a Rothfuss se lo perdono: me encanta su prosa así que nunca me aburro.
Gaiman tengo ganas de leer American Gods. Leí El océano al final del camino y es un libro que me encantó. A ver si no me decepciona como a ti. También tengo pendiente a Tim Powers.
¡Un beso!