Título: Quantic Love
Autora: Sonia Fernández-Vidal
Saga: Libro independiente
Editorial: LaGalera
Fecha de publicación: Enero 2012
La novela que resuelve la ecuación del amor.En el CERN, el centro de investigación más avanzado del mundo, entre experimentos de viajes en el tiempo y de teletransportación, entre partículas que superan la velocidad de la luz y otras que revelan el origen del Universo, la joven Laila se enfrenta al mayor misterio que existe: cómo decidir entre dos amores. Por un lado, Alessio, un atractivo periodista; y, por otro, Brian, un cerebral científico que oculta un gran secreto.
·Resumen·
Laia es una joven española que, después de terminar el bachiller, viaja a Suiza a trabajar como camarera durante el verano en el CERN, el reputado instituto científico. Allí, se dará cuenta de que no es trabajo todo lo que reluce y conoce a unas cuantas personas muy simpáticas, entre las que cabe destacar a Brian, un científico absolutamente centrado en su trabajo, y Alessio, un periodista intrépido. En seguida la chica se percata de que algo tiene que hacer: ambos se muestran MUY interesados en ella y la pobre no es capaz de decidirse por uno de los dos...
·Opinión personal·
Esta historia contada en primera persona comienza cuando Laia deja su casa por el verano. En seguida nos narra, ilusionadísima, cómo su padre le ha comprado una libreta en la que apuntará todas las cositas que le pasen en el CERN. Sin duda, el hecho de que sea Laia la que nos cuente la historia ha conseguido que tenga un ritmo muchísimo más ameno. Vale que en más de una ocasión (y dos y tres y dios mío, todo el libro es un continuo WTF), tengamos que parar para aspirar, tomar aire y decir “eh, Laia no es tan estúpida, la dibujaron así”, sí que es verdad que nos da una visión de todo bastante simple. Porque sí: la protagonista de este libro es lo más aymaremía que os podáis imaginar. Pero no solo ella: tanto Brian como Alessio como los demás personajes más secundarios son total y absolutamente tópicos. Y no hablemos de la historia de amor, esa tan previsible e idéntica a todas las demás que da ganas de ponerse a llorar. Desde el principio de los tiempos me imaginé como iba a terminar... y acerté del todo. Yay!
La historia, como os he dicho, no es nada del otro mundo. No es que no me haya gustado, es que me parece tan anodino que leía por leer en la mayoría de las ocasiones y que aun terminado, me ha dejado con una sensación heladora. Como si no hubiera leído nada. Aunque Sonia Fernández-Vidal escribe bien, tampoco ha sido santo de mi devoción, y eso que, todo hay que decirlo, no puede haber cosa más clara: oraciones sencillas, descripciones no excesivamente abundantes y nada complejas y una enorme cantidad de diálogos que hacen del libro una lectura amena (que menos mal, si no me veo leyéndolo hasta dentro de mil años). La verdad es que si la otra novela de la autora, llamada La puerta de los tres cerrojos, no se parece en demasía a esta, le voy a dar un voto de confianza; mientras no me vengan con amores adolescentes tópicos sin nada especial, bienvenido sea.
Lo que más me ha gustado del libro (la verdad es que lo único), han sido las anécdotas científicas. Ojo, las anécdotas, que no los datos. Y es que muchos de los datos que se aportan durante la lectura están metidos con un cucharón enorme. Ejemplo: están viendo la puesta de sol y Laia comenta que qué bonito es, a lo que su acompañante responde con una información totalmente innecesaria sobre las partículas de por aquí, las partículas de por allá y los rayos de nosequé. Por otra parte, todo lo que nos cuenta un poco de los científicos (*ironía en ON* no os lo vais a creer, pero los físicos también tenían vida. ¡Sí, lo nunca visto! ¡Que locura! *ironía en OFF*), aunque traído a contrapelo también, sí que me han parecido interesantes y en cierto modo han sido las que han contribuido a que llegara al final de la novela. Final que, por cierto, es de lo más tópico posible pero que, al fin y al cabo y visto todo lo que sucede en la novela es de esperar.
Quantic Love nos cuenta una historia que por desgracia no ha sido de mi agrado. Con una historia y unos personajes demasiado tópicos para mi gusto, la lectura ha sido totalmente anodina, destacando solo la escritura de Sonia y la gran cantidad de anécdotas que aparecen en la novela.
Agradecimientos a LaGalera por el envío.
Pues no sé que opinar
ResponderEliminarporque cierto libro no he podido catar.
Pero os haré caso,
simple plebeya.
Que acaso
habréis aprendido algo
por los lares de la callejuela
que me pueda ayudar
en mi aventura sin igual
Y de protagonistas malas estoy muy llena
siempre igual,
menos mal que la lectura fue amena.
¡Muchos besos, simple plebeya!
Recordad cual es vuestra esquina y acera.
Jo, lo tengo en la estantería desde hace un par de meses, pero entre crítica buena y mala, ya no sé qué esperarme :(
ResponderEliminarBuena reseña! :D
La verdad es que me llama la atención, aunque por ahora no es de los que más. Más adelante seguramente lo leeré.
ResponderEliminar¡Gracias por la reseña! Un besito :)
La verdad es que me llama la atención, aunque por ahora no es de los que más. Más adelante seguramente lo leeré.
ResponderEliminar¡Gracias por la reseña! Un besito :)
Pues nada... ahí está... mirándome con ojitos... esperando a que lo coja... y a mí cada vez me apetece menos xDDD. Creo que será de mis próximas lecturas, a ver si me lo quito de encima -y si dices que se lee rápido...-
ResponderEliminarAymaremía xDDDDDDD
<333
No terminó de convencerme a mí tampoco xDD
ResponderEliminarEs que... no sé demasiado tópico para mi gusto >.<
Un beso!
A mi la verdad que me terminó decepcionando, la protagonista no la tragaba.. y era una historia típica tópica.. Pero lo único que me gustaba es que se haya animado la autora a meter conceptos científicos sencillos para introducir a sus lectores a la física ^^ un saludito
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Sasy, de hecho le pusimos hasta la misma nota. La prota insulsa a más no poder, el amor a parte de previsible, más de los mismo y lo único que yo salvaría es la parte científica del libro. ¿Y el final? Lo más subreal del mundo, la verdad.
ResponderEliminarBuena reseña guapa!
Un besazo :D
Menos mal que no he picado con este porque de seguro no soportaría a la prota más de dos páginas.
ResponderEliminarYo este lo tengo pendiente así que me lo leeré de todas formas.
ResponderEliminarGracias por la reseña, un besote!!
Toda la razón del mundo. Para mí lo peor fueron los personajes, no había donde cogerlos.
ResponderEliminarYa desde un principio este libro no me ha llamado mucho pero después de ver unas cuantas reseñas lo hace aún menos.
ResponderEliminarUn besito!
Me llamaba bastante al principio, pero ya he visto un par de reseñas que no lo ponen muy bien. Creo que me centraré en otras lecturas :)
ResponderEliminarUn saludo, Gara
Se veía prometedor pero parece que no, es una lástima, ahora no se si me animaré a leerlo cuando lo encuentre.
ResponderEliminarSaludos ^^)
Un poco despreciable tu reseña, está bien que sea un libro muy sencillo (eso hace que la trama romántica te parezca aburrida), pero creo que estuvo muy bueno eso de guardar misterio sobre los sentimientos de algunos de los personajes. Este comentario es para que lo veas con otra perspectiva, no rebajes tanto un libro que es tal cuál como aquellas historias trilladas que hoy son Best-Sellers.
ResponderEliminarMmm, @Anónimo, gracias por insultar mi reseña, así da gusto ;) entiendo que a ti te haya gustado el libro, pero en mi caso no fue así y dado que es mi blog tengo todo el derecho del mundo a decir mi opinión. Que no la compartas está bien, por supuesto, y me alegra que te guste, pero no es necesario menospreciar mi reseña (además de que yo no he menospreciado el libro sino que he dicho por qué no me ha gustado).
ResponderEliminarNo creo haber rebajado el libro, y si te refieres al hecho de que es un calco de otras historias de amor que sí, tuvieron más éxito por a o por b, estoy de acuerdo. No nos engañemos, hay libros que triunfan cuando no tienen excesiva calidad porque gustan, y no pasa nada, y libros con los que pasa lo contrario. Pero vamos, que no soy yo la que dicta eso.
Gracias por comentar. ¡Un beso!