Neil Gaiman (traducción de Robert
Falcó)
Norma
477 páginas | 2001
La vida en la cárcel es dura. Pero siempre queda un rayo de esperanza si sabes que, a la salida, te espera una mujer que te ama, un amigo que te quiere, un trabajo que adoras... Todo eso es lo que quiere Sombra, que está a punto de salir de la cárcel... Pero un día le comunican que su mujer y su mejor amigo han muerto en un accidente de coche. Entonces, contratado por un extraño anciano experto en timos y estafas que responde al nombre de Wednesday, Sombra empieza un interminable viaje a lo largo y ancho de América, perseguido por el espíritu de su esposa, en el que descubre el límite entre lo humano y los divino, y que las reglas que rigen el mundo de los hombres no son las mismas con las que los dioses conducen el mundo.MÁS DEL AUTOR EN EL BLOG:
-El libro del cementerio
-Stardust
Sombra está bien. Todo
lo bien que puede estar un tío que acaba de salir de la cárcel un
par de días antes del fin de sentencia para poder asistir al funeral
de su mujer, muerta en un accidente de tráfico. O sea, que igual no
está bien. De hecho, yo diría que está hecho polvo. Tan hecho
polvo que cuando un tal Wednesday se le presenta y le propone que
trabaje para él, dice que sí -de hecho dice que no y le manda a la
mierda, pero luego le dice que sí-. Claro que eso, el contrato, fue
antes de saber quién era Wednesday en realidad. Y quiénes eran sus
amigos. Y, qué narices, sus enemigos.
Me cae muy bien Neil
Gaiman. Siempre me ha caído muy bien, teniendo una relación con él
que era parecida a la que tenía con Galdós hasta hace unos pocos meses
-te adoro, te quiero mucho, me gusta tu pelo, he leído algo tuyo y sin más pero te sigo queriendo-. Pero leí Stardust (la novela, recordemos, en la que se basa
una de mis películas favoritas), y leí algunos relatos... y ahora
le tocó el turno a la que para muchos es su mejor obra, American
Gods. Ganadora del Hugo en 2002, con maravillosas críticas,
increíbles reseñas, ¿y a mí qué? A mí, pues vale. Y solo vale,
de verdad. Pero vayamos punto por punto antes de que los gaimaníacos
(¿qué? Si existe la palabra launático y puestos a decir
barbaridades...) me devoren viva. Lo que sí. Me ha gustado, y mucho,
el protagonista, Sombra, con esa pachorra que se trae para vivirlo
todo y para limitarse a observar cuando toca y a actuar cuando es el
turno -y en ocasiones cuando no lo es, de hecho-. Me han gustado
mucho en general todos los personajes, milimetrados a la perfección,
con una psicología brutal, apabullante, incluso los que ni siquiera
entran en la categoría de seres humanos -porque nunca lo hayan sido
o porque ya hayan dejado de serlo-. Me han gustado los diálogos, me
ha gustado lo que pasaba y también lo que no pasaba. Porque a todo esto durante toda la novela me ha dado la sensación de que, aunque pasaban un montón de cosas super chulas, no pasaba nada. Como si estuviese aparte, volátil. Una sensación muy curiosa.
Nada de esto tendría que estar pasando. Si te hace sentir más a gusto, puedes tomártelo como una metáfora. Las religiones son, por definición, metáforas, después de todo: Dios es un sueño, una esperanza, una mujer, un cachondo, un padre, una ciudad, una casa con muchas habitaciones, un hacedor del tiempo que se dejó su cronómetro más preciado en medio del desierto (…)
Pero si hay algo que me
ha enamorado, que ha hecho que ese 3/5 que el libro se ha llevado se
me quede ligeramente corto, eso ha sido toda la parte teológica.
Joder, que son dioses. Que aquí hay dioses a puñados, de todos los
panteones, civilizaciones, leyendas, formas, tamaños, elementos y
demás fauna posibles. No lo sabéis, pero es un tema que me apasiona
(siempre he querido estudiar algo relacionado con la mitología); y
la pregunta inicial que se abre en American Gods (¿dónde se quedan
los dioses cuando se deja de adorarles, cuando alguien cambia de
país, de vida?) me la he hecho en alguna ocasión. Así que como
podréis comprender ha sido algo apasionante el ver todo el trapicheo
deítico que se traen en este libro. Y no solo es esta una historia
de dioses sino que además nos cuenta la historia de los dioses, de
cómo aparecieron, de cómo la gente les llevó allí... y qué
gozada. Sobre todo, qué gozada reconocer a algunos de los dioses.
¡Hasta sale Papá Legba! Sí, mis queridos amantes de AHS, ese Papá
Legba. Por no hablar de mis queridos dioses egipcios, a quienes amo
con todo mi corazón, y los hindúes. Me han faltado más páginas de
dioses, porque contados por Gaiman se hacen incluso mejores, pero
está claro que más habría sido abusar. Por cierto, y hablando de
todo un poco, ¿esa escena de una prostituta -o algo así- hacia el
principio del libro? ¿No os dejó picuetos?
Ya veis que hasta ahora
es un gran sí. Sin embargo también veis que no he hablado para
nada de la escritura de Gaiman, que yo tenía por maravillosa y
perfecta y que tanto me había gustado en Stardust -un libro, por
cierto, increíblemente bueno y que se merece vuestro tiempo-. Lo
cierto es que aquí me ha resultado muy sin más. Me explico. Está
fatalmente editado. Ya me daba miedo leer un libro que hubiese estado
en manos de una editorial que realmente es de cómic, pero lo cierto
es que no me esperaba esto. Frases sin sentido, erratas, errores
tipográficos, faltas a cascoporrillo, una fuente tan pequeña que no
había manera de leer más de 50 páginas sin morirse del asco. Y
todo lo que os comento eran errores flagrantes, muy obvios, ¿si me
doy cuenta yo, por qué el resto no? ¿Por qué los editores creen
que nadie merece una edición como esta? La lectura se hace muy
cuesta arriba, sea por la razón que sea, y esta es la causa del 3
que se ha llevado este libro en Goodreads. Que la prosa del autor no
me ha parecido nada destacable, aunque sí que es verdad que cuando
una es capaz de hilar la lectura de dos páginas seguidas sí que ve
algo muy intenso y diferente, y es que Gaiman escribe de una manera
distinta, como contando cosas sin contar nada, tiene una prosa muy
especial y no me la han dado y me siento engañada. De verdad que
quiero leer la nueva traducción que ha sacado Roca editorial a ver
qué tal es.
American Gods
me ha gustado y no a partes iguales. Por una parte me parece una
pasada todo el mundo creado, así como los personajes y la historia,
me han encantado las ideas de los dioses y en general el libro en sí.
Sin embargo cuando toca hablar de la traducción que me ha tocado en
suerte es otro cantar. Las faltas, los errores y los sinsentidos
están a la orden del día. Recomendable, sí, pero desde luego no en
esta edición.
Solo he leído un libro de este autor y no fue lo que esperaba, así que lo dejaré para más adelante.
ResponderEliminarGracias por la reseña!
Me arriesgaria yo a leerlo en ingles :DDDDDDDD
ResponderEliminarYo tengo la edición de Roca y tengo muchas ganas de leerlo, me has puesto los dientes largos con que el tema de los dioses esté tan bien tratado. ¡Besos!
ResponderEliminarNo es muy de mi estilo, por el momento lo dejo pasar.
ResponderEliminarMi edición estaba muy bien la verdad, han mantenido la esencia, era la de bolsillo y tal. A mí me gustó bastante, le puse un 4, es un libro raro pero mola, y más si te gusta la mitología y tal.
ResponderEliminarUn besito ^o^
A mí el libro me encantó aunque me pareció que era diría demasiado denso precisamente por eso de que pasar pasan cosas pero si ahora empezáramos una conversación tampoco sabría muy bien que contar porque mucho de lo que hay lo que es es como principalmente anecdótico.
ResponderEliminarTambién me pasó que las partes de mitología se me hicieron cortas. De hecho fue lo que más disfruté del libro: las minihistorias dentro de las historias o por ejemplo el tanatorio regentado por dioses egipcios.
Sobre la editorial y los libros de Gaiman... lo que hacen con él sólo es equiparable a lo de Ediciones B con Sanderson XD
Pues fijate que en mi edición no me fijé en fallos y erratas, igual la revisaron de una a otra? pero vamos, algo así no tiene perdón en una editorial tan grande ¬¬U
ResponderEliminarEl libro en sí me gustó y como comentas, la parte de los dioses está genial. Aún así al final me quedé un poco... WTF, es decir, si alguien me pregunta ahora mismo de qué va el libro no sabría ni qué decirle, es una sensación rara.
Y ya que hablas de Stardust por ejemplo :S de todos los libros que he leído hasta ahora de Gaiman (que tampoco son muchos...) ese fue el que menos me gustó :/ a ver si poco al poco me voy poniendo al día con el resto.