Qué le pasa al blog

Sabéis que no me gusta hacer este tipo de entradas, las veo innecesarias, pero en este caso es algo que me parece que he de puntualizar... o al menos que tengo que contarle a alguien. Así que ojos abiertos, pequeños.

Algo le pasa al blog, está claro. Se ve que está solito el pobre, medio abandonado entre el resto de sus compañeros de la bloggosfera. Y su problema soy yo. No solo yo, sino lo que leo y cómo lo conecto con vosotros, pero bueno, el problema está en mí. No vengo a quejarme, está claro, porque sería absurdo quejarse de algo así, pero lo cierto es que de un tiempo a esta parte el blog y yo tenemos un problema de comunicación. Me explico, ¿sí? Hay una cos en la bloggosfera literaria y es que, como pasará en la de moda, en la de decoración de interiores, en la de bebés y en las demás, hay que saber qué comentar. Y en nuestro caso, los libros que más éxito tienen son las novedades. Sí, las novedades, libros del 2014, el último libro que ha sacado esa autora tan relevante de literatura juvenil, la última novela de ese autor best-seller, e incluso se pueden aceptar reseñas de algunos clásicos como pueden ser los libros de Jane Austen o de las hermanísimas Brontë. No es cosa de generalizar, así que lo llevaré a mi propio caso: en muchas ocasiones, reseñando libros que son muy interesantes, me he comido un colín. Ahí tenéis la reseña de Bajo la misma estrella que se va posicionando como la más leída del blog a pasos agigantados. En cambio una de las últimas reseñas que subí, de un relato corto de Wilkie Collins, se quedó más sola que la una. Y no os culpo, porque es algo comprensible: no conozco al autor/no me interesa/ni me suena, obviamente no voy a leer la reseña. A mí también me pasa (dicho sea de paso, esa reseña me costó un cacho porque está escrita a lo literario, si queréis pasaros...), es normal que no todo lo que se publica nos interese. 

Eso no es problema. El problema viene cuando queriendo mantener un ritmo estable y teniendo más tiempo del que os figuráis (debido a la cantidad de entradas que viene habiendo, imagino que pensaréis que no tengo nada de tiempo, y no es así) me encuentro con que todas mis futuras reseñas han de ser de ese tipo de libros. Nada me haría más feliz que subirlas y pensar "Jo, qué bien, voy a descubrirles este libro, o este autor" pero seamos realistas: no. Y es que este año solo he leído ¿una, dos? novelas juveniles. A lo sumo, cuatro novedades. Y yo estoy encantada... ¿pero y vosotros? ¿Os interesa? Sé que el publico potencial de este blog es consumidor de literatura juvenil, aunque solo sea por lo que siempre he reseñado, pero, ¿me seguís en este cambio de óptica? ¿Merece la pena continuar contando aquí cosas de libros que puede que no os interesen tanto como antes, o nada? Yo estoy dispuesta a quedarme, pero no sé si vosotros a leerme, no sé si a alguien puede interesarle lo que tenga que contar. Lo que sí sé es que no es algo que quiera dejar de hacer, quiero seguir leyendo y hablando de libros... así que en realidad a lo mejor esta entrada es una tontería, ¿no? Bueno, pues tomaos esto como una especie de anuncio: ya estáis viendo que las novelas que reseño son distintas, no necesariamente poco conocidas pero sí poco relevantes, a lo mejor, en comparación con lo que reseñaba antes. Decidme, ¿os quedáis?

Y para que no quede tan cojo esto, un par de apuntes acerca de series, que es lo que me da la vida últimamente y de lo que nunca hablo por aquí:

• ¡Hoy vuelve Once upon a time! Una serie muy recomendable, pese a una primera temporada bastante floja, que después se convierte en adictiva.
• Dos cosas muy recomendadas: Pretty little liars (sobre todo, no nos vamos a engañar, para chicas) y Teen Wolf (esta última para todo el mundo dispuesto a pasarlo mal, fatal).