viernes, 2 de agosto de 2013

El pequeño Budy y el dragón blanco, de Julio García Robles

El pequeño Budy y el dragón blanco · Julio García Robles · Círculo Rojo · 154 páginas · 10€ · Marzo 2012
En la morada de la nieve, entre las colosales montañas en que el blanco perdura por siempre, existe un pequeño valle que conserva verdes sus prados gran parte del año, Shambala. Donde, envuelto en un halo de misterio y magia, destaca el templo del Brhaman. Éste es el feliz hogar del pequeño Budy, un amable jovencito de mirada viva, tierna y locuaz. Pero su mundo se sacudirá con la llegada del terrible Mahishasura, que todo lo destruye, que todo lo mata... El pequeño Budy y sus amigos deberán enfrentarse a los peligros más inimaginables para hacerse con los cuatro poderes verdaderos del Brhaman, en un desesperado intento por despertar al Dragón Blanco, única criatura capaz de enfrentarse al terrible demonio.

Hay veces que lees libros y no esperas que te gusten, pero lo hacen. Y luego hay otras ocasiones en las cuales libros que parecen entretenidos y simpáticos resultan no gustarte para nada. Desgraciadamente, con El pequeño Budy y el dragón blanco me ha pasado lo segundo. ¿Por qué? Pues os lo voy a explicar ahora mismo. 

Para empezar, tengo que contaros que es una historia muy sencillita, casi como un cuento. Al fin y al cabo, es una novela muy corta, que ronda las 150 páginas. Así, la trama que cuenta no tiene mucha chicha; es entretenida, por supuesto, y en ningún momento aburre, pero tampoco tiene ese gancho que la hace especial. De hecho y aunque lo leí hace nada no puedo, en estos momentos, recordar ninguna situación así en concreto del libro. Recuerdo la idea y el tono general, recuerdo de qué iba, por supuesto, pero en cuanto a momentos, no soy capaz de describir ninguno. Así de fría me dejó.

También hay que decir que es un ¿cuento? bastante infantil. ¿Qué quiero decir con esto? Que tanto trama como personajes tienen una inmadurez impresionante. Sobre todo los personajes, vamos. No solo eso, sino que como no debería ser tan infantil el resultado es un tanto ridículo: el malo malísimo es de estos que se ríen "jua, jua, jua". Y así, sinceramente, yo no me creo la historia. No era capaz de engancharme del todo, porque si en un librito que pretende tener un poco de epicidad me metes esas cosas es que me salgo del tema pero a la primera. Esta es una de las razones que han conseguido que estuviera bastante despegada del libro y que cuando comencé a notar el TEMA, no tuviera ninguna reticencia a la hora de odiarlo.

Y ahora pasamos al TEMA. A pesar de lo que he señalado arriba, no era un libro que se me hiciera desagradable, o que estuviera dejándome con mal cuerpo... pero el caso es que se llevó un 1/5 en goodreads. ¿Cómo es esto posible? Los que me sigáis en twitter y me leyerais aquel (fatídico) 17 de junio ya lo sabréis. Se trata de quehacía mucho, mucho tiempo que no leía un libro con tan enorme cantidad de faltas de ortografía. No soy especialmente quisquillosa y puedo entender que alguna tilde, alguna coma, falte en un libro. Todos cometemos errores. Pero de ahí a lo que pasa en El pequeño Budy hay un trecho, y de los largos. Creo que no hay ni un solo "ha/a" bien escrito, por poner un ejemplo. Si estáis muy, muy interesados en conocer el compendio de faltas del libro, tan solo mirad en mi twitter las actualizaciones del 17 de junio (hice el juego de beber un chupito hipotético por falta, y acabé borracha como una cuba). Bueno, que me voy. El caso es que me resulta inconcebible que un libro con tantas faltas haya sido publicado (sea auto, co o edición normal), y por esta razón le bajo tanto la nota. No está especialmente mal escrito, para nada, ni la historia es mala, pero con tantas faltas se me hizo muy difícil de leer; y menos mal que me lo tomé a guasa, porque si no habría acabado loca.

Entonces, ¿qué? ¿Lo recomiendo? Desgraciadamente, no. No puedo recomendar un libro con tan poquísima corrección, a riesgo de que se os caigan los ojos según lo leéis. Repito que la historia no está mal, que a mí me gustara más o menos ya es otra cuestión, pero ni es aburrida ni nada. Además, y como ya he comentado un poco antes, no está mal escrito. Un aspecto positivo es que el final es cuanto menos sorprendente y hay ciertos sucesos en el libro que si no eres demasiado escéptico te pueden parecer curiosos o interesantes. El resto, para mí, ha resultado ser un libro que no merece la pena y que me es imposible recomendar. No sé si leeré algún otro libro del autor... al menos no lo haré sin la garantía de otras personas de que esté escrito sin faltas.

El pequeño Budy y el dragón blanco es un libro que pese a que no está del todo mal, tiene una cantidad de faltas impresionante. Por ello se me ha hecho cuesta arriba una lectura que podría haber disfrutado al menos un poco gracias a alguna que otra cosa curiosa y a un final bastante distinto. Creo que el autor tiene mucho potencial, quizás en historias más largas o de otro tipo, pero definitivamente este no ha sido mi libro para nada.

Con la colaboración de Julio García Robles.

2 comentarios:

  1. Debe necesitar una buena correción :(

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  2. Vaya, es que encontrarse un libro plagado de faltas es lo que hace, te entran ganas de mandarlo todo a tomar viento.
    Saludos

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