Marejada, de Diana G. Romero

Título: Marejada

Autora: Diana G. Romero

Saga: Libro independiente

Editorial: Viceversa

Fecha de publicación: Junio 2012

¿Quién no ha oído hablar de las sirenas? ¿Son sólo seres que han inspirado cuentos y leyendas?

Alba acaba de llegar a la tierra que su madre abandonó años atrás. A punto de cumplir dieciocho años, empieza el curso en el nuevo instituto y se siente enseguida atraída por uno de sus compañeros. Sin embargo, Álex esconde un secreto...

La sucesión de extraños acontecimientos llevarán a Alba a descubrir que los motivos que llevaron a su madre a regresar a España están relacionados con el misterioso joven y con un universo de magia que ella nunca podría haber imaginado.

·Resumen·

Cuando Alba regresa al pueblo de su infancia, en un pueblo al sur de España, no tiene ni idea de todo lo que le va a pasar. Para empezar, conocerá al amor de su vida, un chico llamado Álex que desde el primer momento entrará en su corazón, y para seguir (¡como si eso fuera poco!) descubrirá aspectos de su pasado que desconocía y que le van a condicionar… y de qué manera.

·Mi opinión·

Señores y señoras: Marejada está llena, a rebosar, de tópicos crepusculeros. Sí, pero no se vayan aún, por favor, porque a pesar de ello, no es una mala novela. Voy a comenzar hablando de tópicos y clichés —abundantes, repito— y luego me meteré en el porqué de ser buena. Tenemos a Alba, a Álex y a Álvaro (no preguntéis, por favor xD). Lo que en un principio no parece ser un triángulo amoroso, enseguida se convierte en algo que recuerda cantidad a la novela de la Meyer; además, Álex oculta un extraño y peculiar secreto que hace que tenga una fuerza sobrehumana, una belleza radiante, que tenga secretos, que no deba estar cerca de Albita… ¿quéeee? Maldición, estaréis pensando mientras cerráis el libro. ¡Más vampiros no! Tranquilos, mis queridos lectores: no son vampiros. Aunque lo parezcan. Malo sería que, a plena solana en Andalucía/Murcia/donde sea pero por ahí hubiera vampiros, ¿no?

En realidad, los tópicos no terminan ahí. De hecho los hay durante toda la novela, en mayor y menor medida, pero aun así, Marejada se hace entretenido. Cuenta con una protagonista agradable, que me ha caído bien, y con un Álvaro. ¡Eh! ¿Estás diciendo que le vas a dar buena nota por un personaje? Ay, es que era tan simpático… no, ahora en serio. Álvaro aporta ese toque simpático que hace que te rías entre dientes de vez en cuando que tanta falta les hace a algunos libros. Pero muy a mi pesar, me es imposible darle una nota excelente a pesar de las risas. ¿Por qué? Volvemos a los tópicos (lo siento, de verdad, es que hay escenas calcadas a Crepúsculo). Pero siguiendo: tiene un ritmo muy rápido, en un par de horas se puede ventilar y tiene un punto a favor que es el misterio. Es verdad que se ve bastante claro desde el principio, pero hay una parte en cursiva en la que se habla de la madre de Alba y que mola mucho~

Me ha gustado bastante toda la parte referente a las sirenas. Diana G. Romero nos explica una especie de leyenda mitológica que está curradísima y que a mí me ha recordado a Una misión monstruosa (uno de mis libros favoritos, y eso es genial) por ciertos temas. Es decir, que el misterio de los seres que aparecen, y de los malos, y de los buenos, y de las batallitas entre el bien y el mal la autora lo salta bastante bien. Por cierto, Diana G. Romero escribe muy claro y sencillo, sin ninguna floritura rara, creando atmósferas de una manera admirable, y con unas descripciones y diálogos que ayudan a la marcha del libro. De todas formas, no me gusta demasiado que lo deje abierto a una segunda parte (que lo deja). Como nota al dorso para terminar la reseña, diré que quedó finalista del premio As de picas de este año, y que me pasa como con Besos de murciélago: me esperaba más de una novela que queda finalista en un concurso de una editorial, pero igual soy yo la loca.

Marejada es un libro entretenido que cuenta una historia en la que abundan los tópicos de la juvenil romántica, pero que a pesar de todo es entretenido y ágil, lo suficiente para mantenerla a una pegada al libro durante el tiempo de la lectura. Dejo para vosotros el leerlo o no, pero lo que es yo, me lo he pasado bien.