Noches de baile en el infierno, de VVAA

Título: Noches de baile en el infierno:

Autores: VVAA

Saga: Libro independiente

Editorial: Alfaguara

Fecha de publicación: 2008

Cinco historias de amor y seducción donde se impone la fuerza de lo paranormal: desde vampiros exterminadores a ángeles luchando contra demonios. Y es que a veces un baile de fin de curso puede resultar inolvidable... De la mano de cinco autoras excepcionales: Stephenie Meyer, Meg Cabot, Kim Harrison, Michele Jaffe y Lauren Myracle.

Que queréis que os diga: Noches de baile en el infierno es un libro malo. Y sanseacabó. De los cinco cuentos de los que está formado, cuatro dan ganas de llorar y tan solo uno me hizo pensar un simple “meh”. Dado que son cinco historias distintas, os hablaré un poco en general de la novela y luego ya de cada una de ellas en particular. Todas las historias se parecen de una manera inusual. Y esto es así. El esquema que sigue cada una de ellas es el mismo, más aún, todas giran en torno al baile de promoción americano, esa surrealista noche en la que se tira sangre de gocho en la cabeza de la gente, las putas son más putas y los chicos hacen el indio. Son temas que a mi no me gustan mucho, y menos escritos de la manera en la que están, pero supongo que lectores de la saga Crepúsculo los devorarán con ansiedad y devoción. Desde luego, la calidad literaria es bajísima (por no decir nula, que luego la gente se ofende xD)

Respecto a los relatos cada uno por separado, que es la única forma de hacer justicia aquí. Vayamos por partes como Jack el Destripador. El primero es La hija de la exterminadora de Meg Cabot, en el que sinceramente me esperaba encontrar algo medianamente bueno. ¡Que tremendo error! Es uno de los dos peores del libro y con diferencia, muchísima. Leer este relato es como leer nada, así de fútil me ha resultado la historia. Llena de pensamientos inconexos que podrían pasar por las letras de una cría de trece años. Si vas a escribir algo, que tenga principio y final, o que al menos se distinga algo semejante a ello. El ramillete (Lauren Myracle) es el mejor de todos. Sin embargo tampoco me parece que tenga mucha emoción dado que es una adaptación (aquí levanto una ceja, vaya) de La pata del mono. Coño, señores: esto no es una adaptación, sino una copia descarada de la historia original (que es mucho mejor) con adolescentes hormonados. Sin embargo, Myracle no escribe tan mal, lo cual es un alivio teniendo en cuenta el nivel de todos los demás cuentos.

Madison Avery y los carontes, escrito por Kim Harrison. ¿Sabéis esas veces que lees algo y no te enteras de nada? Pues eso fue lo que me pasó con este relato. De tan caótico que es, se me hizo absolutamente cuesta arriba, y si bien es bastante gracioso (a los que gusten de este tipo de humor ¬¬) no le pille el truco para nada. Así que imaginaos: un cuento cortísimo para el que empleas más tiempo que en leer la primera parte de Skeleton Creek (por poner un ejemplo). Es en conjunto una historia curioseta que pierde mucho por la forma en la que está tratada. Luego tenemos Verdades, de Michelle Jaffe, una especie de novela concentrada en unas pocas páginas que, sinceramente, me pareció abyecta. Ningún sentido tenía, oye. Según leía, se me iban poniendo los ojos más y más grandes hasta llegar hasta un final que, a pesar de ser alargado hasta la saciedad, deja aún más confuso al lector. Además de eso, sigo desconcertada acerca del personaje principal, el cual no se termina de explicar lo suficiente como para entenderlo del todo. Si tuviera que definirlo con una sola palabra, diría que es confuso.

Y al fin llegamos al relato de la Meyer. En El infierno en la tierra encontramos... no sé. No sé, de verdad. ¿Un “mirad, Crepúsculo de vuelta”? Puede que esto sea cosa de mi odio por esta mujer y por lo que escribe, pero el hecho es que no disfruté de esta historia como debería haberlo hecho. No os voy a engañar: no está del todo mal, pero el hecho de que sea la única autora a la que había leído anteriormente me hacía esperar algo más. Soy de las que piensan que Meyer no escribe bien, pero que sabe hacer historias de amor adolescentes; así que, ¿qué es esto? Un conjunto de palabras que al final no me han servido de nah. No es lo peor de todo (no, no) pero por ahí anda.

Noches de baile en el infierno es un conjunto de historias que pueden entretenerte o no, pero que, al fin y al cabo, carecen de calidad literaria. Sin duda gustarán a lectores de novelas tipo Crepúsculo. Eso sí, si buscas un libro decente y bueno, aléjate de este, que no es lo que estás buscando. Historias manidas, personajes tópicos y unas historias sin sentido ni razón forman este tomo.