Ganadores del Concurso Gecko Books

Nos lo habéis hecho pasar mal, malas personas. Pero el momento ha llegado. El momento en el que uno de vosotros  salta a la fama por su gran capacidad de escritura (está bieeeeeen, quizás esté exagerando). 

Todos los cuentos estaban genial, yo personalmente opino que tenéis que seguir escribiendo y escribiendo para más concursos. 

Total, que la ganadora es....      (redoble de tambores....)

 ¡Nereida!

Aquí tenéis su historia, que a mi me enamoró. ¿No sentís un escalofrío al leer la última línea?

Aquel día, y por primera vez en su vida, Jason hizo el trayecto del coche al supermercado caminando tranquilamente. Era consciente de que todas las miradas estaban fijas en él, y casi podía captar el tono cargado de envidia de los cuchicheos que despertaba a su paso. Su actitud bien merecía desperdiciar un par de preciados minutos de aquella gente, y Jason no pudo evitar sentirse halagado.

Sin embargo, cuando entró en la tienda y su vista se paseó por los estantes, su ánimo volvió a venirse abajo. ¿Dos horas por una barra de pan? ¿Cinco horas un cartón de leche?

Recordó cuando aún vivía con su mujer. Las cosas le habían ido mucho mejor, los precios no eran tan abusivos y contaban con un buen depósito de años en el banco. Pero empezaron a no conformarse con su modesto apartamento. Querían un chalet, y otro coche, y unas largas vacaciones. Y cuanto más tiempo ahorraban, menos tenían. Hasta que se percataron de que el matrimonio era también un gasto de tiempo.

Jason había vivido el momento de transición de la sociedad, en el que sólo los ricos podían permitirse el lujo de casarse y tener hijos.

Se decidió por un paquete de chicles de los que sólo costaban quince minutos y salió de la tienda, caminando con lentitud e incluso deteniéndose para atarse los cordones. Sabía lo que la gente estaría pensando de él. Que era uno de esos ricachones con montones de años en el banco, y que se podía permitir el lujo de malgastar su tiempo.

Se dejó caer en un banco, sintiéndose repentinamente cansado. Nadie sospecharía que había gastado sus últimos quince minutos en un paquete de chicles. 

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(Te lo he registrado yo antes de ponerlo en el blog)

¡Gracias por participar a todos! ¡Nos vemos en el próximo concurso de Gecko Books!